Irreverente yoooooooooo?
La cuestión es tan simple como que no me importa la moda, el que dirán, Gastón Acurio, Huntington o Fukuyama. Creo que en lo que siento que debo creer (muy poquito) y no creo en lo que no me convence (mucho). Dicen algunos de mis amigos que soy un irreverente. Yo creo (parte de lo poquito que creo), que en razón de que toda perfección, incluso la perfección en la irreverencia, implica un nivel de existencia incompatible con la materia tangible, es obvio que, al menos mientras ande yo en esta etapa del espíritu, no puedo ser perfectamente irreverente. Y pensándolo un poco, está bien. Es divertido que en un mundo tan fácil de mandar al cuerno por lo que sea, quede un espacio chiquitito para comprometerse a no tener conflictos, jamás, con determinado par de ojos (y tampoco con su dueña), con algún rulo, con el recuerdo de cierta conversación en una tarde cualquiera, con tres lunares oscuros sobre una mejilla pálida, con un mensaje de Trujillo, con una voz en Juliaca...¿o acaso no es lógico que para sacudir todo sin sacudirse uno mismo hay que estar bien anclado?...pero mis amigos nunca aprenderán física. Apiádate de ellos, Tayta Isaac Newton, porque no saben lo que hacen.
2 Comments:
muy buena antiproclama
un solo pero,
que tiene que ver la compleja vida culinaria de acurio en todo esto
ignacio
buena pregunta, Ignacio. En verdad, el buen Gastón nada tenía que hacer ahí salvo servir de satisfacción a mis ganas de nombrar al azar en ese momento dos o trespersonajes de moda en las conversaciones seudoculturales de la gente de Lima....por lo demás, admiro casi tanto su forma de escribir como su forma de cocinar, que hasta ahora, y lamentablemente, sólo he visto por TV....
Publicar un comentario
<< Home